¿Caminar descalzo o con calzado?

Conclusiones a partir de estudio científico publicado en la National Library of Medicine de EEUU.

A person wearing a blue shirt and khaki shorts is walking barefoot on a sandy beach. They have a backpack and are facing away, looking towards the ocean. There is a rocky cliff to the right and waves gently crashing against the shore.
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Caminar descalzo o con calzado: lo que dice la ciencia

En los últimos años, la tendencia de caminar descalzo ha ganado popularidad debido a sus posibles beneficios para la salud. Un estudio publicado en PubMed titulado "Diferencias en la cinemática, cinética y actividad muscular al caminar descalzo versus con calzado común" analiza cómo el uso de zapatos influye en la biomecánica del cuerpo y qué impacto puede tener en nuestra salud y bienestar.

Cómo afecta el calzado a la biomecánica del cuerpo

El estudio encontró diferencias significativas en la forma en que se mueve el cuerpo al caminar descalzo en comparación con el uso de calzado. Estas diferencias afectan tres aspectos principales:

1. Cinemática (movimiento del cuerpo): Al caminar descalzo, el pie tiene un contacto más directo con el suelo y adopta una pisada más natural, lo que favorece una mayor flexión de la articulación del tobillo y una mejor distribución de la carga en el pie. En cambio, el calzado puede alterar esta biomecánica, generando una pisada más rígida y modificando la alineación corporal.


2. Cinética (fuerzas que actúan sobre el cuerpo): Se observó que caminar con calzado común aumenta las fuerzas de impacto al entrar en contacto con el suelo, lo que puede generar mayor estrés en las articulaciones y aumentar el riesgo de lesiones. Por otro lado, al caminar descalzo, el cuerpo tiende a adaptar una pisada más amortiguada y menos agresiva.


3. Actividad muscular: Caminar descalzo requiere una mayor activación de los músculos del pie y la pierna, fortaleciendo de manera natural la musculatura de la planta del pie y el arco. El uso de calzado, en especial aquellos con suela gruesa y rígida, limita esta activación muscular, lo que a largo plazo puede contribuir a la debilidad del pie y posibles problemas posturales.



Conclusiones del estudio

Los hallazgos sugieren que caminar descalzo puede ser beneficioso para mejorar la movilidad del pie, reducir el impacto en las articulaciones y fortalecer la musculatura involucrada en la marcha. Sin embargo, el estudio también advierte que la transición debe hacerse de forma progresiva, ya que un cambio abrupto puede aumentar el riesgo de lesiones en personas acostumbradas a usar calzado con soporte.

Recomendaciones para una transición segura

Si quieres incorporar el hábito de caminar descalzo en tu rutina diaria, aquí algunos consejos basados en la evidencia científica:

Comienza en superficies seguras y lisas, como césped o arena, antes de probar en pavimento u otras superficies duras.

Incrementa el tiempo progresivamente para permitir que los músculos del pie se fortalezcan.

Considera usar calzado minimalista como un paso intermedio para reducir la adaptación brusca.

Escucha a tu cuerpo y evita molestias o dolor prolongado.


Reflexión final

El estudio reafirma que caminar descalzo puede aportar beneficios significativos para la salud del pie y la biomecánica corporal en general. No obstante, es importante realizar una transición gradual y adaptar el cambio a las necesidades individuales de cada persona. Si bien el calzado convencional ofrece protección y comodidad, su uso prolongado puede debilitar estructuras naturales del pie que son esenciales para la movilidad y estabilidad.

¿Has probado caminar descalzo de forma habitual? Comparte tu experiencia en los comentarios.

Texto basado en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26220400/